¿A qué temperatura debe estar el vino blanco?

Los vinos blancos ricos en fruta y flor pueden servirse muy fríos, con una temperatura entre los 4 y 5ºC mientras que los vinos con carácter tostado y crianzas tienen un consumo menos fresco de unos 12ºC.

Que el vino blanco es una bebida que cuenta cada vez con más adeptos y que se ha puesto de moda es una realidad. Tanto en las famosas terrazas rooftops ubicadas en las azoteas de los edificios de Nueva York donde se disfruta de un ambiente con gran estilo, decoración muy cuidada, música en vivo y por supuesto de una copa de vino blanco o un combinado, pasando por un chiringuito de tu ciudad, ahora que estamos en verano o en tu rincón favorito, disfrutando de un atardecer…

Los motivos que llevan al gran éxito en el consumo del Vino blanco son entre otros, porque tienen menor graduación alcohólica que los tintos, lo cual los hace más bebibles, porque su mayor acidez se transforma en una mayor sensación de frescura en boca, convirtiendo a este vino en un rival de primera magnitud de la cerveza.

En más de una ocasión cuando estamos con amigos o familiares en una comida o cena, la cuestión sobre a qué temperatura debe servirse el vino, siempre sale a relucir. No siempre es fácil ponerse de acuerdo con la temperatura del vino blanco.

Lo que sí está claro es que el vino blanco se sirve, por lo general, en frío. La duda de la temperatura exacta de frío que requiere, dependerá un poco de la época del año y la temperatura ambiente en que se va a consumir, y como en todo, el factor del gusto de cada uno, influirá mucho en esta conclusión.

Pero, a grandes rasgos, dependiendo del tipo de vino blanco debemos establecer una temperatura distinta. De esta manera los vinos blancos ricos en fruta y flor pueden servirse muy fríos (entre los 4 y 5 °C) mientras que los vinos con carácter tostado y crianzas tienen un consumo menos fresco de unos 12ºC.

Desde Cavanova os recomendamos para este tipo de vinos nuestros enfriadores profesionales, que tienen una capacidad de entre 2 y 12 botellas.

El cuidado de la temperatura de servicio influye directamente en cómo se perciben los aromas del vino.

Con temperaturas muy bajas los aromas del vino quedan enmascarados y son más difíciles de percibir. Además, se potencian sabores que puede que no procedan (amargos, salados, etc.).

Sin embargo, en temperaturas un poco más altas se consigue una mejor percepción de los aromas, aunque un exceso puede producir que se potencien los alcoholes y el ardor del vino.

 

¿Cómo mantener la temperatura ideal para el vino blanco?

Puede que, como consumidores de vino, nos hayamos preguntado alguna vez si estamos almacenando bien las botellas en la temperatura ideal, para que el vino mantenga todo su sabor.

Podemos ofrecer algunas recomendaciones, que ayudan a la conservación del vino, pero lo ideal es tener una vinoteca, aunque sea pequeña o contar con un enfriador, para poder garantizar una temperatura ideal para el vino blanco.

  • Controlar la humedad ambiental
  • Evitar la exposición del vino a la luz directa
  • Aislamiento de olores fuertes
  • Posición de almacenamiento de las botellas
  • Atención a tiempos de conservación

El vino blanco los últimos veranos se toma con hielo, ¿a favor o en contra?

El mundo de los vinos se suelta la melena y, para alegría de unos y para horror de otros, se presenta en su versión más ligera, refrescante y estival para tomar acompañado de hielo. Según un artículo en “gastronomistas.com“, incluso algunos proponen remates varios (frutas, especias…) para una copa más redonda. Sigue la tendencia de la temperatura de los vinos blancos este verano- que apuesta por que el vino se tome con hielo

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